Liderando desde dentro: El poder de la atención plena, la autoconciencia y la determinación
- Harper Ease

- Aug 24
- 6 min read
El liderazgo no se trata solo de guiar a otros, sino de aprender a guiarte a ti mismo. Tras mĆ”s de 25 aƱos de liderazgo en el sector sanitario, he llegado a comprender que las cualidades mĆ”s poderosas que un lĆder puede desarrollar no se encuentran en los libros de texto de gestión. Son rasgos internos āconciencia plena , autoconciencia y determinaciónā que moldean nuestra forma de liderar, relacionarnos y crecer.

1. Atención plena: Liderar en el momento
La atención plena es la prĆ”ctica de estar plenamente presente. En el liderazgo, esto significa mĆ”s que simplemente prestar atención: significa ser consciente del entorno, de las reacciones y de las personas que tienes delante. Se trata de escuchar con intención, observar sin juzgar de inmediato y responder con claridad, no desde el impulso. Un lĆder consciente no solo escucha lo que se dice, sino que tambiĆ©n percibe lo que no se dice. Capta el tono, el lenguaje corporal, el ritmo y la energĆa emocional de la sala.
Cuando eres un lĆder consciente, reconoces tus propios desencadenantes y emociones a medida que surgen. En lugar de reaccionar a la defensiva ante la retroalimentación o apresurarte a resolver cada problema, haces una pausa. Te centras en tus pensamientos antes de tomar decisiones, especialmente en momentos de estrĆ©s o conflicto. Por ejemplo, cuando la tensión aumenta en una reunión de equipo, un lĆder consciente no la escala; respira, se recompone y modela la calma para el resto del grupo. Esa pausa suele cambiar toda la dinĆ”mica.
La atención plena tambiĆ©n fomenta conexiones mĆ”s profundas. Cuando los miembros del equipo se sienten vistos y escuchados, es mĆ”s probable que contribuyan abiertamente, asuman sus roles y confĆen en su liderazgo. Estar plenamente presente durante las conversaciones individuales, sin mirar la pantalla ni apresurarse, demuestra respeto. Transmite: "TĆŗ importas. Este momento importa". Ese tipo de atención es poco comĆŗn y distingue a los lĆderes conscientes.

En definitiva, la atención plena en el liderazgo no se trata de perfección ni desapego, sino de consciencia. Se trata de elegir estar presente plenamente, momento a momento, incluso cuando las cosas son complicadas o inciertas. Se trata de practicar la presencia con tanta constancia que se convierte en parte de tu forma de liderar, conectar y crecer.
Uno de los mayores errores que cometĆ al principio fue apresurarme en las reuniones de equipo con la agenda en la mano, pero sin espacio mental para escuchar de verdad. Estaba fĆsicamente presente, pero mentalmente ya estaba pensando en el siguiente punto.
Eso cambió durante una reunión del personal cuando una de mis compaƱeras, visiblemente ansiosa, intentó expresar una preocupación por la seguridad del paciente. Estaba distraĆda y lo ignorĆ©. MĆ”s tarde, me di cuenta de que habĆa estado intentando decirme algo crucial. Ese momento me despertó.
Desde ese dĆa, comencĆ© a practicar pausas conscientes: respiraciones simples y deliberadas antes de hablar, contacto visual y atención plena a los miembros del equipo. Pero no me detuve ahĆ. RecurrĆ al trabajo de la Dra. Jean Watson, teórica de enfermerĆa contemporĆ”nea conocida por su TeorĆa del Cuidado Humano. Una de las herramientas fundamentales que promueve es el concepto de la "pausa": un momento breve e intencional para conectar con la realidad antes de responder, escuchar o actuar. Este pequeƱo pero poderoso cambio me permitió reiniciarme, estar plenamente presente y escuchar con empatĆa.
Incorporar las enseƱanzas del Dr. Watson hizo que la atención plena no solo fuera mĆ”s accesible, sino tambiĆ©n mĆ”s significativa. EmpecĆ© a integrar tĆ©cnicas estructuradas como ejercicios de respiración profunda antes de las reuniones, escaneos corporales durante las transiciones del dĆa y breves sesiones de diario reflexivo despuĆ©s de encuentros con mucha carga emocional. TambiĆ©n adoptĆ© reflexiones diarias de gratitud y establecĆ lĆmites en la multitarea para mejorar mi presencia. No eran solo hĆ”bitos, sino estrategias que me ayudaron a mantenerme firme en el propósito y la compasión.

DescubrĆ que la atención plena no se trataba de la perfección ni de mantener la calma en todo momento. Se trataba de estar plenamente presente, especialmente en entornos de alta presión, creando espacio para el momento, para los demĆ”s y para mĆ misma. SolĆa creer que si no estaba serena o en control, no estaba siendo consciente. Pero con el tiempo, aprendĆ que la atención plena se trata, en realidad, de estar presente con lo que sucede, incluso si eso significa sentirse abrumada, frustrada o insegura. Es la prĆ”ctica de la conciencia sin juicio, de volver al centro una y otra vez, incluso en medio del caos.
Uno de los momentos mÔs transformadores se produjo durante un turno particularmente agitado, cuando nuestro equipo lidiaba con ingresos consecutivos de pacientes y una interrupción del sistema de historiales electrónicos. La tensión era alta. En lugar de apresurarme a solucionarlo todo o absorber la ansiedad de todos, me detuve un momento. Hice lo que la Dra. Jean Watson llama la "pausa": tomé aire conscientemente antes de entrar en la habitación contigua. Esa sola respiración no solucionó la situación, pero restableció mi sistema nervioso. Entré en la habitación con mÔs serenidad y pude tranquilizar a un familiar asustado simplemente estando completamente presente y tranquilo. Fue entonces cuando empecé a comprender que la atención plena se trata menos de hacer y mÔs de ser.

TambiĆ©n empecĆ© a hacer lo que ahora llamo "registros de tres minutos" a lo largo del dĆa. HacĆa una pausa entre tareas, cerraba la puerta de la oficina y respiraba hondo mientras me concentraba en mis pensamientos y emociones. A veces, anotaba algo rĆ”pido ā"Me siento apresurado" o "Siento opresión en el pecho"ā simplemente para identificar lo que estaba sucediendo. Sin arreglos. Simplemente observando. Llevar esa consciencia a mi siguiente interacción me ayudó a responder con mĆ”s consideración en lugar de reaccionar impulsivamente. Cuando una compaƱera me contactó con inquietudes sobre la carga de trabajo, pude escucharla atentamente, reflejar sus emociones y ofrecerle apoyo en lugar de ignorarla o apresurarme a buscar soluciones.
El camino hacia la atención plena no es perfecto, sino que se basa en la prĆ”ctica. Es una decisión que tomamos momento a momento para detenernos, respirar y estar plenamente donde estamos. Es sentarse en el coche antes de entrar al edificio, con las manos en el volante, recordĆ”ndote que debes relajarte. Es sentir los pies en la tierra durante una conversación difĆcil. Es aprender a decir: "DĆ©jame pensarlo y luego te respondo", en lugar de dar una respuesta apresurada. Con el tiempo, estas pequeƱas decisiones se convirtieron en la base de mi liderazgo y de mi vida. Y aunque todavĆa tengo dĆas en que recaigo en viejos hĆ”bitos, ahora sĆ© cómo volver a mĆ misma, con gracia, sin culpa.

2. Autoconciencia: comprender el impacto de su liderazgo
La autoconciencia es la base de la inteligencia emocional. Es la capacidad de verte con claridad: tus detonantes, tus hĆ”bitos, tu tono y cómo tu presencia afecta a los demĆ”s. Hace aƱos, dirigĆa la implementación de un proyecto y no entendĆa por quĆ© mi equipo dudaba en hacer preguntas. MĆ”s tarde descubrĆ que mi estilo de comunicación, tan centrado en la empresa, habĆa bloqueado involuntariamente el diĆ”logo. No era consciente de cómo me percibĆan .
DespuĆ©s de esa experiencia, comencĆ© a pedir opiniones periódica a mis compaƱeros y al personal, no solo sobre mis decisiones, sino tambiĆ©n sobre cómo los hacĆa sentir. Fue una experiencia humilde y reveladora. AprendĆ que la gente querĆa mĆ”s transparencia, mĆ”s reconocimiento y mĆ”s espacio para expresarse.
Camino al autoconocimiento: Establece una rutina de reflexión mensual. PregĆŗntate: ĀæQuĆ© salió bien este mes? ĀæQuĆ© no? ĀæCómo hice sentir a los demĆ”s? Mejor aĆŗn, pregĆŗntale a tu equipo. Usa sus respuestas no como crĆticas, sino como guĆa para crecer.
3. Determinación: Avanzando con propósito
La determinación es lo que nos impulsa cuando las cosas se ponen difĆciles, y en el Ć”mbito sanitario, las cosas se ponen difĆciles. Hubo un momento en mi carrera en el que me asignaron un departamento con dificultades, un equipo agotado y expectativas poco realistas. PensĆ© en renunciar. Pero recordĆ© por quĆ© empecĆ©: para marcar la diferencia en la vida de pacientes y cuidadores.
Hice un plan. Me concentré en un objetivo a la vez: mejorar la comunicación, generar confianza y celebrar los pequeños logros. No sucedió de la noche a la mañana, pero poco a poco, la cultura cambió. Lo que nos salvó no fue la perfección, sino la persistencia.

Camino a la determinación: Establece metas claras y realistas. Cuando el panorama general te resulte abrumador, desglósalo. Celebra los pequeƱos logros. MantĆ©n tu propósito visible, literalmente. EscrĆbelo en una nota adhesiva. Colócala en la pared. Y no tengas miedo de pedir ayuda cuando la necesites.
La atención plena te mantiene presente. La autoconciencia te ayuda a crecer. La determinación te impulsa hacia adelante. Juntas, forman el tipo de lĆder en el que la gente confĆa, respeta y quiere seguir, no solo por lo que haces , sino por quiĆ©n eres .
Si buscas profundizar en estas cualidades, mi curso Fundamentos de Liderazgo y los libros electrónicos que lo acompaƱan fueron creados para lĆderes como tĆŗ: aquellos que saben que el verdadero liderazgo empieza desde dentro. BĆŗscalos en mi sitio web. Y si ya estĆ”s recorriendo este camino, quiero que sepas que lo estoy recorriendo contigo.

