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Encontrando mi camino: Lo que todo nuevo líder necesita escuchar

Con más de 25 años de experiencia en liderazgo en el sector salud, desde el ritmo acelerado de los servicios médicos de emergencia hasta las complejas capas de la atención ambulatoria y hospitalaria, he visto el liderazgo desde todos los ángulos. He formado equipos, tomado decisiones difíciles y asesorado a futuros líderes. Pero sin importar cuánto tiempo pase, nunca olvido lo difícil que fue dar esos primeros pasos en el liderazgo. Si estás asumiendo ese rol ahora, quiero que sepas: no estás solo.


Cuando asumí mi primer puesto de liderazgo, pensé que mi experiencia clínica y mi ímpetu serían suficientes. Pronto me di cuenta de que el liderazgo no se trata solo de lo que sabes , sino de en quién te estás convirtiendo. Pone a prueba tu confianza, tu comunicación y tu capacidad para mantener los pies en la tierra cuando las expectativas son altas. La curva de aprendizaje es pronunciada, y cada decisión parece cargar con el peso de tu reputación. Recuerdo las dudas, las noches de insomnio y la presión de no equivocarme nunca.


Emerger como líder, especialmente en el sector salud, está lleno de momentos de duda y decisiones que pesan más de lo que cualquier libro de texto podría prepararte. De repente, te encuentras navegando por personalidades, políticas, resultados de pacientes y dinámicas de equipo, todo a la vez. Los líderes novatos a menudo sienten que caminan por la cuerda floja entre demostrar su valía y tratar de no equivocarse. Y cuando ocurren errores (y ocurrirán ), no solo se sienten como pasos en falso, sino como fracasos. Conozco esa sensación. La he vivido. Pero he aprendido que esos primeros errores no son señales de que no estés listo, sino hitos necesarios en tu desarrollo. No estás fracasando. Estás aprendiendo a liderar.


Uno de los retos más difíciles que enfrenté al principio fue gestionar a personas que antes eran mis compañeros. La transición de colega a supervisor puede ser incómoda y aislante. También tuve dificultades para delegar: asumir demasiadas responsabilidades por miedo a que, si las dejaba ir, algo se desmoronara. Lo que he aprendido es que estas experiencias no son únicas. Forman parte del proceso de crecimiento que todo líder enfrenta. Y, sin embargo, no siempre hablamos de ellas lo suficiente.


Con el tiempo, empecé a comprender que el liderazgo no se trata de saberlo todo, sino de aprender a navegar por lo desconocido. Requiere un compromiso inquebrantable con el autoconocimiento . Debes comprender tus tendencias, tu estilo de comunicación, tus detonantes y tus puntos ciegos. Sin esta claridad interna, ninguna técnica de liderazgo ni manual de políticas será suficiente. Y lo que es más importante, necesitas darte permiso para aprender . Eso incluye darte permiso para cometer errores y para superarlos.


Por eso creé mi curso Fundamentos de Liderazgo . No se trata de memorizar palabras de moda ni de seguir un modelo rígido. Se trata de construir una base sólida que incluya inteligencia emocional, toma de decisiones éticas, estrategias de comunicación y liderazgo situacional. Lo diseñé para líderes emergentes como tú: aquellos con entusiasmo, compromiso y quizás un poco inseguros de por dónde empezar. El curso se divide en lecciones fáciles de manejar, cada una basada en situaciones reales que he visto en atención ambulatoria, servicios de hospitalización y urgencias médicas.


Uno de los elementos más importantes del curso es la reflexión. El liderazgo no es algo que se hace , sino algo en lo que uno se convierte . Cuanto más reflexiones sobre tus decisiones, tus desafíos y tus victorias (incluso las más pequeñas), más seguro y resiliente te volverás. Por eso incluí ejercicios guiados y ejercicios para un diario. Y para quienes aprenden leyendo, también he escrito varios libros electrónicos que profundizan en temas como la inteligencia emocional, el liderazgo en el cambio y el equilibrio entre la empatía y la responsabilidad. Estos libros son breves, pero enriquecen con conocimientos adquiridos durante mis más de 25 años de liderazgo en el sector salud.


Lo que me hubiera gustado que alguien me dijera desde el principio es esto: no tienes que resolverlo todo por tu cuenta . Aprender de las experiencias de otros —mentores, colegas e incluso de los errores de quienes te precedieron— es un atajo hacia el crecimiento. No tienes que sufrir cada lección en carne propia. Puedes tomar prestada la sabiduría, adaptarla y hacerla tuya. Ese es el espíritu que subyace a todo lo que creo, ya sea un curso, una meditación guiada o un cuento para reflexionar.


Así que, si eres un líder nuevo o emergente en el sector salud, quiero que sepas esto: no estás solo. No estás fracasando. Te estás transformando. Y no hay nada más poderoso que eso. Sigue aprendiendo, sigue haciéndote preguntas y, sobre todo, sé comprensivo contigo mismo. El liderazgo no es un destino, es un camino, y sería un honor para mí acompañarte.

-Harper

 
 
 

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